
Para aquellos que no viven este mundo, las siglas BDSM inmediatamente activan alertas, condicionan la interpretación de la relación desde un punto de vista externo y provocan rechazo.
El objeto de esta entrada es desmitificar esa interpretación y hacer ver que la nuestra es una relación de pareja normal, basada en el amor y el respeto, apoyo mutuo, confianza y complicidad, llevados a unos extremos mayores de los de una simple pareja standard.
No voy a negar que lo que normalmente percibimos cuando tenemos noticias de este mundo, está relacionado con violencia, sexo fuerte, vicio o perversión, y claro que lo hay en algunos casos como en todo tipo de relaciones, pero no debemos olvidar que uno de los males que tiene la sociedad actual es la violencia de género y por ella no vamos a considerar a todos los hombres como maltratadores.
Me contaron un caso de que a una mujer que se sentía esclava y tenía Amo con quien practicaba sesiones de BDSM, la violaron brutalmente tres personas y cuando acudió a presentar la correspondiente denuncia, al conocerse su orientación sexual le dijeron que no sabían por qué se quejaba si a ella le gustaba que la violasen y pegasen. Siguiendo esa misma línea de pensamiento yo diría que cualquier mujer de un matrimonio por ejemplo, católico, por practicar sexo con su marido posibilita que cualquier otro pueda violarla y también tener relaciones sexuales con ella, al fin y al cabo, a ella también le gusta.
La mayoría de las personas que viven una relación BDSM son cultas, educadas y sobre todo discretas, precisamente por esa cualidad no se tiene constancia de ellas y sí de las otras, que aunque representan a una minoría, condicionan la percepción externa y hace que seamos prejuzgados sin conocernos.
Quizá la característica más diferenciadora de una relación BDSM respecto a una standard no es la práctica sexual bajo unas condiciones o actos más o menos violentos, sino una NECESIDAD que tienen ambos de dar y recibir y no me refiero a nada físico, sino emocional, sentimental.
En nuestra relación particular, Níobe se entrega incondicionalmente, me da su confianza sin reservas, se siente libre lejos de las dudas que encadenan las relaciones de otras parejas y recibo su amor, no digo que lo entrega porque eso es algo que no se puede entregar, es un sentimiento íntimo y personal que solo puede compensarse al ser correspondido de igual modo. Por mi parte le doy mi apoyo incondicional, sabe que me tiene para todo lo que necesita, que sólo pienso en ella, en su bienestar, preocupándome por su crecimiento personal a todos los niveles, en su seguridad, fortaleza interior y que la amo lo mismo que ella a mí.
Ésta no parece que sea lo que pensábamos que era la educación adecuada para una esclava, suena como una novela idealizada, pero nuestra relación se basa en unos pilares sólidos, ambos somos personas adultas, con personalidad bien formada, conscientes de nuestros actos y vivimos como realmente nos gusta, practicando el estilo de vida que nos llena y sin olvidar nunca que todos nuestros actos están bañados en las directrices básicas de que sean SANAS, CONSENSUADAS Y CONSENTIDAS.

2 comentarios:
Cuanta razón tienes, es difícil de comprender para los demás, que debajo del BDSM lo que existe es un profundo amor y y gran respeto, y no una simple depravación ( como vulgarmente dicen).
Un Abrazo
papillon{LR} Deseo darte la bienvenida a ésta nuestra casa y muchas gracias por tus palabras. Un saludo
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