
Vivir una relación 24/7 muchas veces no es tan fácil como muchos creen. Tampoco es difícil si se aprende a conversar y a negociar, a convivir y a vivir como pareja. Por ejemplo, cuando preparo una conversación donde voy a exponer algún tema en específico a mi Amo, lo hago muy bien preparada. Tengo claro cuáles son los objetivos que quiero lograr con la misma. Así evito distraerme de lo que es mi objetivo final y por ende fracasar. Con esto en mente estoy consciente de que no debo cuestionar las intenciones de Mi Amo, es decir no debo prejuzgar como será Su proceder, porque puedo errar en darle una actitud pasiva o activa y esos extremos para nada ayudan a lo que voy encaminada. Jamás olvido que en algún momento de este diálogo voy a negociar, que no es una conversación cotidiana sino que es una charla meditada no espontánea. Por eso considero que este tipo de conversación suele ser compleja ya que debe tener espacio para hablar de las posibles soluciones, evitando poner cualquier tipo de barreras que puedan evitar el intercambio de ideas.
Más o menos estos son los pasos que sigo con mi Amo cuando hacemos estos resúmenes de ‘ los viernes’; a mí nunca me han fallado, pero de ser necesario y algún punto no quedó claro en esta conversación que siempre tenemos mi Amo y yo una vez por semana, siempre hay espacio para una segunda charla y de la manera en que la comienzo es diciendo lo siguiente (así mi Amo ya sabe que he de retomar ese ‘resumen’) : - “de lo que hablamos ayer me gustaría comentarle algo” y es una fórmula que jamás me falla, y de paso retomo y puedo concluir el tema que me inquieta.
En esta conversación ‘resumen’ sigo unos pasos. Primero describo los hechos concretos y de esta manera no se evade el tema, ya que son hechos que no se pueden negar. Vigilo mucho el vocabulario de cómo he de decir las cosas porque no es lo mismo decir, por ejemplo (para que me entiendan) “eres un irresponsable” a decir “he notado que últimamente estás un poco despreocupado por tus obligaciones”.
Segundo, expreso mis sentimientos y pensamientos de manera de cómo me hace sentir aquello que me molestó, que juicio moral o de pensamiento me generó. En algún momento he sabido decirle a mi Amo, “estoy harta de esta situación y no la soporto más” y Él entonces sabe cómo me siento y le ayuda a ser asertivo con respecto a la decisión que ha de tomar en el asunto. Tercero, pido de una manera concreta (directa y operativa) lo que deseo hacer. Un ejemplo que pongo en práctica con nuestros hijos es la siguiente: “quiero que estudies tres horas diarias” a decirle “no quiero que seas un vago” o algo que nunca me falla “quiero que me mires a los ojos cuando te hablo” a decirle “quiero que me respetes”.
Y por último, especificar las consecuencias y con esto planteamos lo que ocurrirá si cumplimos o no con lo pedido, aunque lo mejor sería establecer lo que se va a obtener de una manera positiva. De otra manera podría parecer que estamos planeando un castigo y los castigos son mucho menos efectivos que los premios o los refuerzos. Por eso una vez la forma de decir las cosas es muy importante en todo momento; (por ejemplo) “si no lo haces te castigaré” por un “si lo haces, evitarás que haga lo que no quiero hacer que es darte un castigo; sin embargo, es algo que tengo que hacer para ser consecuente con mis objetivos y los sentimientos que ya he expresado”.
Y como todo, antes de hacer esto, es importante practicar una comunicación excelente para evitar cometer errores en este proceso si estás algo inseguro. Al principio a mí me resultaba positivo escribir primero lo que iba a decir y hasta ensayarlo antes de estar frente a mi Amo, incluso frente a un espejo para sentirme más segura a la hora de hacerlo.
En conclusión, ahora nuestros 'resúmenes' son más efectivos y llevaderos. Todo se trata de tomar una actitud firme pero no intimidante o retante, porque al fin de cuentas a nadie le gusta "que se le trepen", como dicen por ahí. Pero sobre todas estas cosas el respeto se hace indispensable y es que esto hace menos probable que una conversación se convierta en una discusión hostil y descontrolada.
Más o menos estos son los pasos que sigo con mi Amo cuando hacemos estos resúmenes de ‘ los viernes’; a mí nunca me han fallado, pero de ser necesario y algún punto no quedó claro en esta conversación que siempre tenemos mi Amo y yo una vez por semana, siempre hay espacio para una segunda charla y de la manera en que la comienzo es diciendo lo siguiente (así mi Amo ya sabe que he de retomar ese ‘resumen’) : - “de lo que hablamos ayer me gustaría comentarle algo” y es una fórmula que jamás me falla, y de paso retomo y puedo concluir el tema que me inquieta.
En esta conversación ‘resumen’ sigo unos pasos. Primero describo los hechos concretos y de esta manera no se evade el tema, ya que son hechos que no se pueden negar. Vigilo mucho el vocabulario de cómo he de decir las cosas porque no es lo mismo decir, por ejemplo (para que me entiendan) “eres un irresponsable” a decir “he notado que últimamente estás un poco despreocupado por tus obligaciones”.
Segundo, expreso mis sentimientos y pensamientos de manera de cómo me hace sentir aquello que me molestó, que juicio moral o de pensamiento me generó. En algún momento he sabido decirle a mi Amo, “estoy harta de esta situación y no la soporto más” y Él entonces sabe cómo me siento y le ayuda a ser asertivo con respecto a la decisión que ha de tomar en el asunto. Tercero, pido de una manera concreta (directa y operativa) lo que deseo hacer. Un ejemplo que pongo en práctica con nuestros hijos es la siguiente: “quiero que estudies tres horas diarias” a decirle “no quiero que seas un vago” o algo que nunca me falla “quiero que me mires a los ojos cuando te hablo” a decirle “quiero que me respetes”.
Y por último, especificar las consecuencias y con esto planteamos lo que ocurrirá si cumplimos o no con lo pedido, aunque lo mejor sería establecer lo que se va a obtener de una manera positiva. De otra manera podría parecer que estamos planeando un castigo y los castigos son mucho menos efectivos que los premios o los refuerzos. Por eso una vez la forma de decir las cosas es muy importante en todo momento; (por ejemplo) “si no lo haces te castigaré” por un “si lo haces, evitarás que haga lo que no quiero hacer que es darte un castigo; sin embargo, es algo que tengo que hacer para ser consecuente con mis objetivos y los sentimientos que ya he expresado”.
Y como todo, antes de hacer esto, es importante practicar una comunicación excelente para evitar cometer errores en este proceso si estás algo inseguro. Al principio a mí me resultaba positivo escribir primero lo que iba a decir y hasta ensayarlo antes de estar frente a mi Amo, incluso frente a un espejo para sentirme más segura a la hora de hacerlo.
En conclusión, ahora nuestros 'resúmenes' son más efectivos y llevaderos. Todo se trata de tomar una actitud firme pero no intimidante o retante, porque al fin de cuentas a nadie le gusta "que se le trepen", como dicen por ahí. Pero sobre todas estas cosas el respeto se hace indispensable y es que esto hace menos probable que una conversación se convierta en una discusión hostil y descontrolada.

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