Prefiero ser a tener… Ser es un derecho que no me puede quitar nadie. Y quiero ser yo, sin comparaciones, aunque te comparan los mismos que abogan por no hacerlo...
Segunda y última parte... SUPERVIVENCIA
¿Cómo pude conseguir que él fuese el hombre que ocupa mi corazón, mi cama y mi hogar definitivamente? De la siguiente manera, que suena algo raro, pero así fue, una relación 24/7 es más que solo BDSM, más que solo sexo y más que solo…
No podéis ser los dos A, uno ha de ser B. Las parejas que más tiempo sobreviven, se acomodan en roles distintos. Intentar ser los dos el gallo del gallinero no os traerá más que problemas. Recuerda que los polos iguales se repelen. Hay que equilibrar la balanza. Por eso siempre es correcto ver a la pareja como pareja y no convertir la convivencia en la lucha de poder en el hogar.
Las manías del contrario se deben incorporar a la rutina. Luchar continuamente con las rarezas de tu pareja, acaba erosionando la relación. Hazte a la idea de que su maravilloso sofá, siempre estará en tu sala. Así no sufrirás. “Si no puedes con tu enemigo, ¡únete a él!”. Además, si El tolera mi manía por la limpieza y el orden, da igual ser tolerante con todo lo que respecta a sus manías y objetos preferidos.
No intentes cambiar a tu pareja. Las personas somos como los vinilos, tenemos nuestra cara A y nuestra cara B. Amables y rancias, según el caso y la situación. Por ello, cuando aceptamos a alguien en nuestra vida también estamos aceptando tácitamente su lado B. Intentar cambiarlo es un craso error. Esta táctica acaba reventando la paciencia de cualquiera. Si aceptas a tu pareja tal cual es mucho más fácil que intentar cambiarlo, modificarlo o rehacerlo, jajaja. La verdad es que nadie cambia a nadie y que no debemos olvidar que si mientras en el proceso de noviazgo se toleran ciertas cosas durante la convivencia esos ‘defectos’ pueden ir a más.
Evita la erosión en la comunicación. Con el tiempo, la comunicación en pareja se va reduciendo a cuestiones domésticas (al binomio hijos/casa), lo que lleva a una relación frígida y sin ningún aliciente. Para evitar esto, nada mejor que salir del entorno del hogar. Las actividades fuera de casa ayudan a recuperar la conversación íntima, de pareja. Un ambiente adecuado permite soltar la lengua sin reproches y estimula los ‘te quiero’ que todos necesitamos oír. Y buscar siempre ese toquecito diario de BDSM que siempre está presente en cada momento.
No podéis ser los dos A, uno ha de ser B. Las parejas que más tiempo sobreviven, se acomodan en roles distintos. Intentar ser los dos el gallo del gallinero no os traerá más que problemas. Recuerda que los polos iguales se repelen. Hay que equilibrar la balanza. Por eso siempre es correcto ver a la pareja como pareja y no convertir la convivencia en la lucha de poder en el hogar.
Las manías del contrario se deben incorporar a la rutina. Luchar continuamente con las rarezas de tu pareja, acaba erosionando la relación. Hazte a la idea de que su maravilloso sofá, siempre estará en tu sala. Así no sufrirás. “Si no puedes con tu enemigo, ¡únete a él!”. Además, si El tolera mi manía por la limpieza y el orden, da igual ser tolerante con todo lo que respecta a sus manías y objetos preferidos.
No intentes cambiar a tu pareja. Las personas somos como los vinilos, tenemos nuestra cara A y nuestra cara B. Amables y rancias, según el caso y la situación. Por ello, cuando aceptamos a alguien en nuestra vida también estamos aceptando tácitamente su lado B. Intentar cambiarlo es un craso error. Esta táctica acaba reventando la paciencia de cualquiera. Si aceptas a tu pareja tal cual es mucho más fácil que intentar cambiarlo, modificarlo o rehacerlo, jajaja. La verdad es que nadie cambia a nadie y que no debemos olvidar que si mientras en el proceso de noviazgo se toleran ciertas cosas durante la convivencia esos ‘defectos’ pueden ir a más.
Evita la erosión en la comunicación. Con el tiempo, la comunicación en pareja se va reduciendo a cuestiones domésticas (al binomio hijos/casa), lo que lleva a una relación frígida y sin ningún aliciente. Para evitar esto, nada mejor que salir del entorno del hogar. Las actividades fuera de casa ayudan a recuperar la conversación íntima, de pareja. Un ambiente adecuado permite soltar la lengua sin reproches y estimula los ‘te quiero’ que todos necesitamos oír. Y buscar siempre ese toquecito diario de BDSM que siempre está presente en cada momento.
Vuestras profesiones deberán encajar a la perfección en vuestras vidas. Está comprobado que las personas que tienen vocaciones incompatibles en horarios o, por el contrario, son tan similares que pueden generar competición, tienen mayores posibilidades de fracasar en sus relaciones. Las actividades laborales han de ser llevaderas para la vida en pareja.
¡Recuerda! No sois siameses. Compromiso y libertad es el binomio perfecto, aunque parezcan dos términos antagónicos.
Interésate por sus aficiones. Muestra interés genuino en conocer lo que le gusta y enséñale lo que te gusta a ti. Adoptar una postura de total indiferencia por sus gustos os separará aún más.
Ponerse en el lugar del otro es el ingrediente secreto para evitar los conflictos. Antes de entrar en el juego de los ‘dimes y diretes’ que suelen acabar en discusiones sin sentido, ponte en el lugar del otro. ¿Por qué ha actuado así? Si al sentirte en su piel comprendes su reacción, evitarás muchas peleas generadas, habitualmente, por la incomprensión de su actuación.
En resumen, nosotros somos felices, nuestro miedo a los nuevos retos o situaciones inesperadas es superado por nuestra gran capacidad de amar que lo vence (los miedos). La chispa de la vida (eslogan de la Coca Cola) está en saber vivir, en amar no solo a nuestra pareja sino la convivencia de la familia y saber manejar el presupuesto familiar para no pasar apuros, nos brindan un estado natural de plena felicidad. Cuando somos felices, estamos saludables y vivimos en amor somos felices y hacemos felices a nuestra pareja. Lo que deja claro que las cosas materiales no nos llenan en la vida.
Mi pareja, mi Amo, Dueño y Señor me enseñó que El no estaba buscando una relación de BDSM pasajera, no estaba en lo que llamo de flor en flor, por probar unas cosas u otras. Estaba en busca de una relación seria y estable, en vías a un 24/7. Y yo estaba en la misma sincronía, así que sin prisas pero sin pausas, luego de conocernos y aprender de cada uno, aceptarnos tal cual somos y confiar, amar y consensuar un todo, decidimos emprender este camino de amor y convivencia, para formar un ser único completo, estable y pleno para poder formar un NOSOTROS dispuesto a luchar y hacer que la convivencia sea una de supervivencia día a día en pro de nuestra felicidad. El estar enamorados nos hace ser unas personas felices. El amor proporciona al enamorado que es correspondido un equilibrio personal, físico y psíquico. ¿Se puede pedir más?
No es que la felicidad cure, si no que nos protege de las enfermedades (físicas, mentales y emocionales). Ser feliz puede asegurar la longevidad. La felicidad es susceptible de alargar la vida. Si el amor nos asegura la felicidad y la felicidad nos asegura la salud, no nos queda otra: ¡enamorémonos!
¡Recuerda! No sois siameses. Compromiso y libertad es el binomio perfecto, aunque parezcan dos términos antagónicos.
Interésate por sus aficiones. Muestra interés genuino en conocer lo que le gusta y enséñale lo que te gusta a ti. Adoptar una postura de total indiferencia por sus gustos os separará aún más.
Ponerse en el lugar del otro es el ingrediente secreto para evitar los conflictos. Antes de entrar en el juego de los ‘dimes y diretes’ que suelen acabar en discusiones sin sentido, ponte en el lugar del otro. ¿Por qué ha actuado así? Si al sentirte en su piel comprendes su reacción, evitarás muchas peleas generadas, habitualmente, por la incomprensión de su actuación.
En resumen, nosotros somos felices, nuestro miedo a los nuevos retos o situaciones inesperadas es superado por nuestra gran capacidad de amar que lo vence (los miedos). La chispa de la vida (eslogan de la Coca Cola) está en saber vivir, en amar no solo a nuestra pareja sino la convivencia de la familia y saber manejar el presupuesto familiar para no pasar apuros, nos brindan un estado natural de plena felicidad. Cuando somos felices, estamos saludables y vivimos en amor somos felices y hacemos felices a nuestra pareja. Lo que deja claro que las cosas materiales no nos llenan en la vida.
Mi pareja, mi Amo, Dueño y Señor me enseñó que El no estaba buscando una relación de BDSM pasajera, no estaba en lo que llamo de flor en flor, por probar unas cosas u otras. Estaba en busca de una relación seria y estable, en vías a un 24/7. Y yo estaba en la misma sincronía, así que sin prisas pero sin pausas, luego de conocernos y aprender de cada uno, aceptarnos tal cual somos y confiar, amar y consensuar un todo, decidimos emprender este camino de amor y convivencia, para formar un ser único completo, estable y pleno para poder formar un NOSOTROS dispuesto a luchar y hacer que la convivencia sea una de supervivencia día a día en pro de nuestra felicidad. El estar enamorados nos hace ser unas personas felices. El amor proporciona al enamorado que es correspondido un equilibrio personal, físico y psíquico. ¿Se puede pedir más?
No es que la felicidad cure, si no que nos protege de las enfermedades (físicas, mentales y emocionales). Ser feliz puede asegurar la longevidad. La felicidad es susceptible de alargar la vida. Si el amor nos asegura la felicidad y la felicidad nos asegura la salud, no nos queda otra: ¡enamorémonos!


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