Un hijo NUNCA es un arma

“Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio.”

Paulo Coelho

Anoche nos retiramos a descansar muy temprano mi Amo y yo, Él muy sorprendido que por primera vez desde que estamos juntos fuera yo precisamente la que pidiera irme a descansar temprano. Reconozco que debí preocuparle en exceso ya que no es nada normal en mí semejante petición cuando soy yo siempre la que deseo estar hasta la madrugada dialogando y jugando. Hoy, cuando me he levantado, Él ya se había ido a su trabajo y cuando le he llamado me ha preguntado como estaba. Le noté serio y se lo dejé saber y rápidamente me ha dicho que no era seriedad sino preocupación por mí. Le he tranquilizado dejándole saber que estoy bien y que solo deseo estar a su lado en espera de los días de vacaciones que pronto van a comenzar.
Ahora que estoy frente al ordenador escribiendo mi sentir me doy cuenta de que estoy muy cansada de tanta responsabilidad laboral y que aunque suene mal y egoísta solo deseo que Él y yo estemos solos y juntos, lejos de las situaciones familiares que en mucho pueden provocar algo de desánimo y desconcierto. Lo que no logro comprender ni entender es que terceras personas deseen mediante nuestros hijos que mi Amo y yo, como pareja, lleguemos a desestabilizarnos o perdamos el control y logremos quizás por primera ocasión discutir, enojarnos o hasta separarnos entre nosotros.
Sé que es difícil de creer pero nunca he tenido molestia ni enojo con mi pareja, entre nosotros todo siempre ha sido perfecto, si hemos tenido alguna diferencia siempre ha sido por temas relacionados con nuestros hijos, o por trabajo pero jamás como pareja. Eso levanta envidias entre las personas que nos rodean, muchos apostaron en contra nuestra por razones diversas, pero no hay mejor testigo que el tiempo para darnos siempre la razón. Según va pasando el tiempo todos los que apostaron en nuestra contra se están dando cuenta de que solo pueden tratar de hacernos daño mediante nuestros hijos, lo cual resulta en vano cada esfuerzo porque no terminan de comprender que esos mismos a los que cruelmente ‘utilizan’ son los mismos que nos defienden como pareja a capa y espada (no es que nuestro amor ni relación necesite ser defendida) y que lejos de alejarlos de nosotros logran unirlos más a lo que estamos formando como pareja, NUESTRO HOGAR. Nunca se debe dar por sentado lo que jurídicamente ha sido la pauta, puede ocurrir que nuevos argumentos demuestren que no es más padre el que engendra sino el que está dispuesto a criar con amor y respeto. Nunca se debe presumir de algo que no tienes y el amor de un hijo es algo que debe ganarse con amor y respeto día a día. Resulta que crecen y son ellos mismos los que terminan por darse cuenta de la falsedad y la crueldad con que un dia te ensañaste contra tu propia sangre y es entonces cuando la vida te pasa factura y te enjuicia, haciéndote perder lo único que en verdad tiene algún valor real, el amor y el cariño de tu hijo. Hoy nuevamente haces alarde de tu poca hombría, mala fé y el poco amor que le tienes a él, luego no te quejes si es él mismo quien reniega de ir a tu lado un par de horas y prefiera estar al lado de alguien que siempre le ha demostrado amor y respeto con su saber estar.
Hoy la entrada solo desea reafirmar mi entrega y mi amor por mi Amo, que junto a mi ha de luchar por nuestros hijos, porque algo que has de comprender es que son NUESTROS HIJOS, si has leído entradas anteriores, deberías haberte dado por enterado de que en esta relación nada es mío o de Él sino todo es NUESTRO, y eso para tu desgracia incluye a los ‘enanos’ que son nuestra prole.
Hoy aquí y ahora has levantado un nuevo desafío por tu soberbia y orgullo, he de ganarme el derecho de ser la madre de todos ellos y de poder tenerlos a mi lado muy a pesar de que solo buscas mediante tu propia sangre darnos problemas y sinsabores. Aún no se ha terminado este tema, el dolor que has provocado a esa criatura indefensa con tu nueva hazaña solo sirve para afianzar más los lazos familiares que nos unen.
Un hijo nunca es un arma y cuando son utilizados por seres tan desalmados como tú, son como un boomerang con memoria, NUNCA OLVIDAN Y TODOS ESAS HAZAÑAS SON RECORDADAS Y DEVUELTAS EN TU CONTRA.