Gritos, jadeos y gemidos

"Si vas a hacer algo relacionado con el sexo, debería ser cuanto menos genuinamente perverso."

Grant Morrison

"En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación."

Octavio Paz

“Las mujeres son capaces de fingir un orgasmo, pero los hombres pueden fingir una relación entera.”

Sharon Stone

Como bien he comentado anteriormente vivimos frente a un colegio de religiosos y eso añadido a que nuestro edificio es uno de pocos pisos y de gente ya jubilada, en ocasiones creo que se acercan a propósito con cualquier excusa a la puerta para cotillear nuestros asuntos. Decir que me molesta seria mentir, lo disfruto y me encanta el morbo que despertamos en otros porque es como un agente acelerador en mi libido.

Creo que tanto los vecinos de enfrente por voyeuristas y los de nuestro edificio no están acostumbrados a los 'huracanes' que se desatan cuando esta servidora suele orgasmar. ¿la razón? mis gritos, jadeos y gemidos de disfrute que retumban en todo el edificio. No es novedad ni es nada para preocuparse, pero sí es novedoso para todo mi entorno ya que he pensado que aquí en Madrid muchos no dan rienda suelta a eso tan rico y natural como es disfrutarse uno mismo con los orgasmos que podemos tener. Me miran raro cuando se tropiezan en el elevador, o están en el pasillo abriendo las ventanas, yo no sé, pero me observan hasta con el rabito del ojo. Me gusta esa sensación de saberme en la mirilla pública, de saber que hasta cierta manera puedo hacer lo que ellos aquí no están acostumbrados, a escuchar cuando otra pareja hace el amor y se lo disfrutan al máximo; porque de eso es que se trata de vivir, de amar y de disfrutar de cada entrega de amor entre la pareja… ¿realmente importa si nos escuchan los vecinos o nuestros hijos? (gracias a dios son grandes y pueden comprender) Disfrutar de cada orgasmo que tengo en cada entrega me hace sentir como tener en mis manos el santo grial del sexo.

Una vez dije que no era importante la cantidad de orgasmos que puedo tener en cada encuentro, ahora añadiré que lo realmente importante es la diferencia de cada uno y que para mí son incontenibles. Gritar, gemir y jadear… moverme, contonearme, sudar, disfrutar y… son simples hechos y actos que no se pueden reprimir cuando sabemos que tenemos en nuestras manos esa libertad de expresión porque algo que podría poner un ‘stop’ serían los hijos y estos ya están grandes y saben… Ni siquiera un bozal o ponerme una bola en la boca logran que se escuchen menos o disimulados mis gemidos. ¡Jajajaja!

Científicamente ya expliqué lo que es orgasmar cuando mi nena me preguntó hace unos días atrás, así que ese paso me lo voy a saltar en este momento. Lo que sí he de recordar es que cuando 'apagamos' nuestro cerebro en la muerte chiquita justo en ese momento de elevación total de mi excitación que puede durar unos segundos (que parecerían eternos) logro desconectarme de mi físico volviendo todo a su estado mental y emocional, le sigue una sensación de tranquilidad, relajación y sanación que es muy difícil de describir.

Entender y aceptar nuestra sexualidad es un don y una gran bendición. Ser una mujer que puede lograr disfrutar su sexualidad y ser multiorgásmica es una gran dicha (al menos así lo siento yo) y pienso que cualquier mujer puede disfrutarlo dejando fuera tabúes y prejuicios. En este proceso estoy educando a ArkadiusN también, porque en el hombre esto requiere mucha más práctica para experimentarlo (adoro practicar créanme, Jajaja). En este caso, repetir el orgasmo implica retomar la excitación de inmediato al clímax, de modo que el segundo clímax llegue antes de que termine el primero. Si eso no pasa, el pene regresa a su estado de flacidez, y tras el suspiro de frustración, queda el "buenas noches, mi amor". Y no se trata de eso sino de ir aprendiendo con calma, paciencia y mucho amor. El hecho de que algunas mujeres logremos también orgasmar durante la penetración y otras no, no significa que no podamos tener más de un orgasmo a diferencia de nuestra pareja que solo obtiene uno por coito. Como me dijo la nena cuando tocamos este tema, 'es que tu excitación es muy alta y seguro haces trucos para que eso (el clímax) no mengue durante la penetración'. Quizás tenga razón su planteamiento.

Me da lo mismo susurrar, gritar o gemir lo que en esos momentos me importa es sentir y disfrutar el amor, la pasión, el deseo y la entrega de ambos.

Enseñar a nuestra pareja a recuperar el climax en segundos es casi (como leí en alguna ocasión y perdonen la comparación nuestros amigos sudamericanos) a las réplicas de un terremoto, después de un seísmo de 7,5 en la escala de Richter; a diferencia de que los orgasmos que sobrevienen después (esas replicas o temblores) del primero son igual o más intensos y llegan más rápido, debido a la estimulación previa del clítoris y la vagina tras el primer orgasmo que dejó sensibilizada esa zona erógena.

Según el Tántra ser multiorgásmico se puede aprender (ADORO EL SEXO TÁNTRICO) tanto para el hombre como para la mujer, no se trata de hacer sentir mal o en aprietos a nuestra pareja (nada de frustraciones) es aprender mediante la práctica AMBOS, es tener una cosita más para hacer juntos…

El orgasmo múltiple se puede aprender. Lo dicen los seguidores del tantrismo. Se requiere práctica y tranquilidad, además del buen control del músculo pubococcígeo, como lo sugieren los ejercicios de Kegel, de gran utilidad en hombres con problemas de eyaculación precoz.

Según el libro que he leído varias veces llamado La pareja multiorgásmica, la autora Rachel C. Abrams, aconseja: Cuando el hombre penetre a la mujer, esta debe contraer los músculos pubococcígeos para que opriman la cabeza del pene. Una vez penetrada, debe contraer los músculos alrededor del pene, como si tratara de atraerlo hacia la vagina, y oprimirlo en el momento en que se retira. Eso crea una especie de succión para él, que resulta muy placentera.

El hombre puede experimentar los llamados orgasmos pélvicos retrasando la eyaculación. La clave: evitar llegar al punto en que ya no se pueda volver atrás. Justo antes de eyacular.
¿Te animas a intentarlo? No perdemos nada y ganamos una pareja  mmmmmmm...