"Comienzo/final,
dolor/placer, lujuria/amor
dualidades de dos que son uno."
dolor/placer, lujuria/amor
dualidades de dos que son uno."
ArkadiusN

"De mi regreso a la Mazmorra, nuestro mundo…"
Níobe de ArkadiusN
Mis emociones me ahogaban y no puedo ni quiero evitarlas… Pero de manera inesperada se inclinó hacia mí, tomó mi barbilla, subió mi rostro, mis ojos cerrados y llenos de lágrimas, un temblor que recorría todo mi cuerpo, el sentimiento de amor y ternura a flor de piel, alzando mi rostro con Sus manos besó mis ojos… Sé que solo fue un momento, un instante, escasos minutos, llenos de amor y ternura… Y ese momento recompensaba la larga y agónica lejanía que nos había separado, dando por fin terminada la angustiosa espera… Allí, en medio de ese momento sublime…-Sí, recuerdo esos instantes en los que su presencia queda difuminada por el deseo de su entrega, la reposada tranquilidad reflejada no en su rostro, ni en su cuerpo, sino en cada uno de los poros de su piel y fue en ese mismo momento, cuando percibía clara e intensamente sus sentimientos cuando la pedí que…
Me pidió lo desnudara y yo sabía que era el momento de comenzar a disfrutar de nuestro banquete… De mi regreso a la Mazmorra, nuestro mundo… Una por una fui despojando Su cuerpo de cada prenda; y entre cada prenda que removía y dejaba al descubierto su piel, mis labios comenzaban su deseada y esperada faena de adoración, entre besos, caricias y lamidos llenos de amor y de pasión comencé a adorarle, Su cuerpo desnudo…
-Es increíble sentir la adoración del ser amado, del único realmente importante. Su voluntad de complacer que te inunda y transporta a ese éter normalmente habitado por los mismos Dioses, sí cielo, es en esos momentos cuando me siento como un Dios, tu Dios.
Comencé a besar y lamer Sus manos, esas que me enloquecen, que hacen mi piel se acalore de deseos lujuriosos, llenos de lascivia… El olor y sabor de Mi Señor, es mi droga, esa droga personal que me transporta, me envicia y me hace suplicar como demente cuando no la tengo. La sal de su sudor mezclado con su aroma personal y con su perfume… El vello que le cubre el pecho y las piernas, sus músculos que fui relajando con la caricia de mi lengua, me fueron emborrachando. Todo a un solo compás, en una dulce sinfonía de movimientos, olores y sabores que se acoplaban de manera perfecta, haciendo el momento uno celestial…
- La visión desde arriba de mi perra arrodillada a mis pies, lamiendo lentamente mis piernas, dejando húmedos regueros como guías que llevan al país de la pasión y el placer, me complacía plenamente.
Después de quitarle el bóxer transpirado apareció ante mí Su Sexo, duro, erecto, expectante….; quise llevármela a la boca instintivamente pero la intensidad de este momento inspiró a ese lado morboso de Mi Señor y me apartó bruscamente haciéndole desearle aún más… ese acto provocó en mí tempestades de deseos desenfrenados que hacían mi sexo latir y gotear mi excitación… Sí, esta perra estaba muy caliente y deseosa…
- La esclava había suplido a la mujer y a ésta; la perra lujuriosa cuyos eróticos efluvios eran un aroma afrodisíaco que transformaba todo mi ser haciéndome desearla aún más.
Se acercó a mi oído y murmurando, susurrando sensualmente me ordenó a que le entregara a Su mano la llave del candado del cinturón de castidad que estaba vistiendo… Y a 4 patas fui a buscar la llave que estaba sobre la mesita de la esquina con los demás juguetes… Con violencia Mi Señor me arrancó el cinturón de castidad y mi sexo húmedo y latiente reclamaba ser usado…
- Ese oscuro objeto de deseo que se agitaba convulsamente en un ínfimo vaivén apenas perceptible acompasado a sus latidos que me llamada hipnotizándome.
La perra y puta que soy ardía en pasiones descontroladas, este acto brusco de Mi Señor había aumentado mi libido de una manera inexplicable, no sabría decir si era el tiempo que había estado lejos de Él o sencillamente es esa parte de mi que siempre reclama ser usada para Su disfrute y el mío… Para complacer y ser complacida… para desatar tormentas y calmar tempestades, me gusta ser el objeto de Su deseo… Y fue entonces que tomé conciencia que para mí comenzaba el dolor. Ese rico placer acompañado con su dosis de dolor que lejos de hacerme claudicar aumentan mi deseo de servir, de entregar y de complacer…
- Placer/dolor son las dos caras de la misma moneda, pero lo importante no es ver el lado en el que se está sino sentir que ambas están hechas con el mismo metal único, conseguir llegar al dolor por el placer y al placer por el dolor, no es sino el mismo camino desde distinto inicio.
Ante un gesto que conozco me arrodillé ante El y abrí la boca instintivamente. Durante un momento esperé con los ojos cerrados la entrada de Su sexo. Por un acto ya reflejo segrego en esos momentos gran cantidad de saliva. Cuando me hundió con un solo movimiento toda su hombría hasta mi garganta, logró Su cometido: humedecerla para sodomizarme. Por más que la excitación del momento me predispusiera, después de un largo período de abstinencia mi ano permanecía cerrado. Sentí la penetración como si me estuviera atravesando y partiendo en dos todo mi ser con su espada.
- Carne sobre carne, un éxtasis que nubla los sentidos, volviéndonos primitivos, ya no hay sentimientos solo deseo, pasión, lujuria, el momento de usar un cuerpo y tomar de él el placer que demandamos.
Dobló mi cintura casi quebrándola, me abrazó y con Sus manos como garras me apretó contra Su cuerpo. Dispuesto a devorarme me mordió el cuello y comenzó a cogerme con una intensidad que no puedo comparar. En silencio, ya que me faltaba el aire hasta para gemir, convulsionándome por la fuerza de los estímulos y con el roce de su cuerpo sobre el mío, mi sexo ardiente comenzó a emanar el néctar de mi éxtasis. Más tarde, ya con su pene caliente en lo más profundo de mi cuerpo, comenzó la sesión donde debí expiar con dolor el sufrimiento que le ocasionó a Mi Señor la falta de perra mientras duró mi ausencia.
- Comienzo/final, dolor/placer, lujuria/amor dualidades de dos que son uno. Te amo perrita.

































