jueves

Hoy vienen los Reyes Magos

"Sólo dos legados duraderos
 podemos dejar a nuestros hijos:
uno, raíces; otro, alas."



Hodding Carter


"No le evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida,
 enseñadles más bien a superarlas."



Louis Pasteur



Grandes y lindos recuerdos…

Un día como hoy hace dos décadas atrás…

Me reunía con mis compañeros de juegos, para planificar como dejaríamos fuera los nervios de este día y escoger cual de los lugares del campo que nos veía crecer en ese momento tenía la mejor y la más buena de las yerbas para colocar a los caballos de los Reyes Magos.
No puedo negar que cuando contaba mis 4 a 6 años esa ilusión y esperanza de irme temprano a la camita, hacerme la 'dormida' para poder alcanzar a ver aunque fuera de reojo la capa o corona de alguno de esos Tres Reyes o con más suerte ver al menos afuera de la casa a los caballos al marcharse de mi hogar era una experiencia que me ponía nerviosa pero de esos nervios que sientes ricos, cosquillitas en el estómago, tratando de que todo fuera perfecto y del agrado de los Reyes Magos.

¡Qué hermoso recuerdo!

Pero lo mejor de este día era como sentía con tanta ilusión e inocencia, como entre todos mis compañeros de juegos hacíamos los preparativos de esta ocasión tan esperada y ansiada… la Víspera de Reyes. Era el único momento en que de verdad disfrutaba de la compañía de mi nanny, disfrutábamos de un espacio en donde se me enseñaba y se me permitía soñar…
Aún llevo muy dentro de mis recuerdos la ilusión con la cual íbamos mi nanny y mis cómplices de juegos en una gran y perfecta peregrinación en busca de la mejor yerba, tenía que ser la más fresca y la mejor de ellas. Veo a la nanny con una bolsa grande y cuchillo en mano, era uno de los pasos más importantes que haríamos ese día. Con anterioridad habíamos buscado todos durante la mañana una caja de zapatos, una que estuviera en buen estado, y la habíamos decorado a nuestro gusto y escrito nuestro nombre en el fondo identificándola y diferenciándola del resto de todas las que habían hechas en el salón de juegos del primer piso de mi casa. Siempre era en mi casa, porque era el lugar más grande y donde todos nos sentíamos libres de poder hacer las cosas a nuestra manera con la seguridad de que nadie nos reprochara el reguero que podíamos hacer mientras nos divertíamos decorando las cajas de los Reyes Magos (labor en la que poníamos toda nuestra creatividad, empeño y seriedad que este gran evento nos significaba). Esas cajitas que con mucha ilusión serían colocadas debajo de nuestras camas esta noche mágica y especial…
Pero esa ilusión no era sólo en este día, puedo cerrar mis ojos y transportarme al comienzo de todo, el día de Acción de Gracias, ese último jueves de noviembre donde comienza en sí toda la ilusión, donde la nanny cada noche me sacaba al balcón de mi habitación y me decía noche a noche que las estrellas que representaban a los Reyes Magos se iban acercando a nuestra casa… y noche a noche se me contaba la misma historia de los Reyes Magos. Ilusión, espera, imaginar y soñar son una gran parte de la vida que aún hoy recuerdo de una manera grata, quizás los recuerdos que han de perdurar por el resto de mi existencia y mi recorrer por este mundo que hoy día es tan feo y cruel.
Y en ese peregrinar, no importaba que lloviera y nos enfangáramos los pies (eso lo hacia más especial, inolvidable, travieso  y divertido, jajaja), comenzábamos a cortar la yerba esa, la larga que te corta las manos, esa que es fresca y crece salvaje dentro de algún terreno baldío, al pie de la cantera o justo al pie de las caballerizas… Y entonces como ponis salvajes corríamos en busca de esa yerba que le encantaría a los caballos, y poníamos manos a la obra cortando en mazos abundantes los yerbajos para poder llenar la bolsa que la nanny llevaba. Éramos solo algunos chicos, pero como había que poner varias cajas en distintos lugares, tenía que ser mucha yerba… Y la nanny siempre nos recordaba que venían muy hambrientos los susodichos caballos, jajajaja… gratos y lindos recuerdos llenos de inocencia y mucha ilusión… Para mí, la más linda y mayor de las fantasías de mi niñez. Entre nosotros siempre había alguno que tenía a sus padres separados o divorciados y eso jamás fue impedimento para que todos disfrutáramos (de una tregua) de ese momento mágico, donde dejábamos fuera sentimientos y hechos que no nos permitieran disfrutar de esta linda tradición.
De pocas cosas de mi niñez que he implantado en mi hogar actualmente ésta tradición es una de ellas, vital e importante para que los hijos puedan comprender y aprender a base de jugar no solo nuestras tradiciones sino mediante la fantasía y la ilusión puedan adquirir experiencias que le servirán en su vida de adulto real. Es vital que nuestros hijos aprendan en su niñez cositas que en su vida adulta han de recordar con mucho entusiasmo y nostalgia.
Esta es la verdadera razón por la cual debemos de preservar esta tradición tan hermosa, yo he plasmado la mía, esas vivencias desde mi isla caribeña, porque como dice el refrán, “hay que preservar esa tradición porque sino el coquí no contará”… Esa tradición que solo significa unión familiar y los valores que en la actualidad se están perdiendo por cambiar las cosas simples y el verdadero sentido de lo que es la vida sustituyéndolos por regalos caros y ostentosos que en nada aportan a los verdaderos valores que debemos de vivir y transmitir los seres humanos… Regalos que los Reyes Magos trajeron, que simbolizaban, la espiritualidad, la paz, el verdadero valor del ser humano y la grandeza que somos nosotros como seres pensantes y únicos. Esos son los regalos que para mí trajeron los Reyes Magos año tras año, lo que simbolizan para nuestro hogar; la unión, el amor y la familia… Esos regalos de amor y de familia, de tradiciones, de sueños, ilusiones, fantasías y esperanza que hacen de esta fecha una muy especial para el clan ArkadiusN/Níobe… Sencillamente es preservar la tradición, lo que en verdad significa, y que en un futuro sirva a nuestros enanos recordar con nostalgia y alegría estas fechas, cuando ya no estemos presentes en la vida de nuestros cachorros…

Hoy igual que en antaño seguiré los pasos de esta linda tradición… (porque he de esperar mi presente como siempre)...

1) buscar una hermosa caja de zapatos digna de los reyes magos

2) hacerla única, darle nuestro toque personal en la decoración

3) obviamente, escribirle nuestro nombre en el fondo, jajaja

4) Salir en familia en busca de la mejor de las yerbas (y no me refiero a la droga, ¿ok?)

5) escoger la mejor, limpiarla y desechar las yerbas feas, quemadas o en mal estado. No queremos que los caballos se enfermen…

6) lavar la yerba con agua y escurrirlas

7) al rato, colocarlas en la caja, ponerla debajo de la cama…

8) Y lo más importante, luego de compartir de la cena familiar y los cantos de aguinaldos… acostarnos a dormir con muchísima ilusión porque...

¡HOY vienen los Reyes Magos!



Y de mi España, mi segunda patria... El Roscón de Reyes chocolate bien calientito y ricooo!, deseando que me toque el regalo (ese muñequito de la suerte que viene dentro del roscón)...

Dos pueblos, dos culturas y una misma tradición...

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