Cada pequeño momento

"A la mujer hay que amarla, no comprenderla.

Eso es lo primero que hay que comprender."

Osho

"Cada hombre puede mejorar su vida

 mejorando su actitud."

 Héctor Tassinari

 

Hoy después de una pataleta, (porque a veces sale la niña que soy de paseo y si existe algo que no soporto es que no cumplan con la palabra ofrecida), han olvidado cumplir con algo que me habían prometido y eso es algo que me desquicia mucho. Si yo no olvido nunca jamás una promesa, ¿por qué a algunas personas se les hace tan fácil olvidar las suyas? Resulta tan simple y sencillo decir, 'mira cuando termine lo que estoy haciendo te llamo', no se... una es que cuenta con eso como si ya fuera un hecho y me duele mucho que se olviden de las cosas que me han dicho y sí, aquí en este momento en que escribo estoy enfurruñada, disgustada y con una pataleta que es digna de una peque y lo reconozco porque NO soy perfecta y cuando algo me molesta lo dejo saber. ¿Curiosidad de saber cómo me he quedado? Pues vestida y maquillada con maleta en mano... tras leer un, "no te vas hasta dentro de unos días..." me hacia mucha ilusión, pero muchísima el formar parte de ese momento en el que había forjado algunas ilusiones. Saber que el momento que estaba esperando sencillamente se había esfumado, había desaparecido porque 'alguien' no cumplió con su palabra ofrecida es algo que me ha hecho tener una de mis peores pataletas, en fin, después de mi momento de llanto, decepción y coraje me siento feliz, ¿saben la razón? Porque he aprendido y comprendido que la vida está hecha de momentos, sí, de muchos momentos entrelazados imperceptiblemente y he recordado lo que una persona me enseñó, el valor de cada momento, y eso, luego de la pataleta, es algo que me ha hecho recuperar la tranquilidad, la paz y la felicidad y por eso quiero dedicar esta entrada a quien me enseñó a dar las Gracias y a darme cuenta de cuan afortunada soy.

La vida está llena de pequeños momentos llenos de magia, la mayoría pasan de forma imperceptible por nuestro día a día, se esfuman uno tras otro sin ni tan siquiera haber sido conscientes de ellos. Nos perdemos los detalles que componen nuestra vida mirando siempre más allá de nosotros mismos, anhelando siempre lo mejor, lo mayor, lo superior, y no nos damos cuenta de tanta belleza como nos rodea.

Les invito a tomar conciencia de la VIDA, a recrearse con el olor del pan recién horneado, con el canto de la naturaleza al anochecer, con la frescura de una rodaja de sandía, con la sonrisa de quien está a nuestro lado y con la calidez de sus abrazos en nuestra piel. Vivamos sintiendo la arena bajo nuestros pies y la brisa despeinando nuestro cabello y demos GRACIAS siempre por tantas cosas buenas que la vida nos regala, a mi me ha regalado tu visita y eso me hace muy feliz. Humildemente GRACIAS...