Felicidad

 "Felicidad no es hacer lo que uno quiere

sino querer lo que uno hace."

Jean Paul Sartre

"La dicha de la vida consiste

en tener siempre algo que hacer,

 alguien a quien amar y alguna cosa que esperar."

Thomas Chalmers

 

 

La pequeña, bien perfumada y orgullosa anciana de 92 años, completamente vestida cada mañana a las 8 en punto con su cabello arreglado a la moda y el maquillaje perfectamente aplicado, aunque es legalmente ciega, se muda hoy a un asilo. Su esposo se murió recientemente, lo que motivó la mudanza. Después de muchas horas de esperar pacientemente en el recibidor del asilo, sonrió dulcemente cuando se le dijo que su cuarto estaba listo. Mientras se desplazaba con su andador hacia el ascensor, le di una descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las cortinas que colgaban de su ventana.

-"Me encanta" afirmó con el entusiasmo de un niño de 8 años al que le acaban de entregar una nueva mascota.

-"Sra. Jones, no ha visto el cuarto... espere".

-"Eso no importa", respondió. "La felicidad es algo que decides con el tiempo. Si me gusta o no mi cuarto no depende de cómo estén arreglados los muebles... Depende de cómo arregle mi mente. Ya decidí que me gusta.... Es una decisión que hago cada mañana cuando me levanto. Tengo la elección, puedo pasar el día en la cama repasando la dificultad que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan, o salir de la cama y estar agradecida por las partes que sí funcionan".

"Cada día es un regalo, y mientras se abran mis ojos, me enfocaré en el nuevo día y los recuerdos felices que he almacenado... sólo por ésta vez en mi vida."

La vejez es como una cuenta de banco... tú retiras de ella lo que has depositado. Así que mi consejo sería que deposites una gran cantidad de felicidad en la cuenta de tu memoria.

Recuerda las 5 simples reglas para ser feliz:

1. Libera tu corazón del odio

2. Libera tu mente de preocupaciones.

3. Vive sencillamente

4. Da más

5. Espera menos.

ENVEJECER ES OBLIGATORIO, CRECER ES OPCIONAL



Muchas veces creemos que ser esclava es soportar todo, decir SÍ a todo y sufrir… Muchas veces estamos tan subestimados en nuestros pensamientos y sentimientos que por el hecho de ser esclava ya se presume que todo lo sufre, todo lo cree y todo lo soporta… jajaja, muy trillado y nada más lejos que la verdad. Y expreso esto porque en su momento yo pensé que era de esa forma. Sentía y pensaba que dar el paso a la esclavitud era eso, sufrirlo todo, creerlo todo y soportarlo todo… llegué a creer que la finalidad del BDSM era tener una gran capacidad de sufrimiento… Pero, ¿es ése en verdad el objetivo del estilo de vida bedesemero? ¿Escalar únicamente peldaños en la escalera del dolor y sufrimiento físico, mental y emocional? ¿Nos ayuda o nos aporta algo? ¿Estaba para recoger las migajas que me brindaba el Amo en ese momento?

Jamás he sido masoca, la verdad es que aunque tengo una gran tolerancia al dolor y que muchas veces lo disfruto si la finalidad es llegar a mi placer y de paso al placer, goce y disfrute de Mi Señor, la realidad es que cuando estamos en manos de un Dominante que solo disfruta de vernos masacradas, doloridas y nos lleva a unos límites solo para vanagloriarse de que tiene una sumisa o esclava que aparenta no tenerlos es algo que dista en mucho de lo que es para mí la finalidad del BDSM.

En la actualidad, ya he pasado de la infancia de mi esclavitud y disfruto del aprendizaje (lo que llamo “mi adolescencia esclava”) y la madurez del D/s… lo primero fue reconocer que no soy masoca, así que dejando eso de lado comprendí que el BDSM es algo que disfrutas, que te hace feliz y que te hace corresponder en la misma intensidad del amor, la pasión, el goce de la sumisión, la entrega y el sentimiento de dominación sobre mi persona. Y estoy hablando de MI sentimiento, de lo que me hace feliz, lo que me hace sentir plena… Aprendí que la esclava no tiene que decir a todo que sí, no tiene que sufrirlo todo y mucho menos soportarlo todo… Y que no debo conformarme con las migajas que muchos Doms obsequian cuando les llenamos de orgullo delante de otros…

ArkadiusN me ha enseñado que tengo mucho valor, que lo esencial y verdaderamente importante es lo que me hace feliz, que Su felicidad se basa en la mía y que si no me siento feliz o no lo soy Él sencillamente no lo es… Su felicidad se basa en la mía… Si estoy bien Él lo está, porque Su felicidad y la mía están ligadas, van de la mano… Esa es a mi entender la finalidad de mi BDSM, la felicidad, porque en definitiva, ¿para qué necesitamos sufrir si se puede ser feliz, disfrutar y gozar?

Una esclava que sonríe en medio de una sesión, en medio del caos que puede ser su vida (así como la mía, jajaja) con una familia como la nuestra es fundamentalmente una esclava realmente feliz, que su cuerpo destile felicidad siempre, segundo a segundo… Que esté completamente segura de que ambos tienen en su vida la misma finalidad, y que JUNTOS trabajen y busquen la misma ilusión de cara a la culminación de su existencia, la felicidad.

Todos hemos vivido nuestras experiencias buenas y malas pero no podemos olvidar que la vida no se desenvuelve en una línea recta todo el tiempo. Existen buenos y malos momentos y debemos estar preparados para disfrutar de los buenos y hacerle frente a los malos. La vida jamás es ni será un proceso fácil, y si algo he aprendido, comprendido y asimilado es que la felicidad solo se puede alcanzar cuando luchamos para superar las situaciones que se nos presentan día a día, que ser y estar feliz no significa gozar y reír todo el tiempo, porque en el contraste de nuestras propias experiencias es donde aprendemos a vivir y a disfrutar de esos buenos momentos que la vida nos depara, desembocando entonces en nuestra propia felicidad.

ArkadiusN me ha enseñado que la felicidad es un estado mental. Nada ni nadie nos puede hacer felices si no estamos mentalmente dispuestos para la misma. No son los lugares, ni las personas, tampoco son las posesiones materiales las que nos hacen felices. Creer que otra persona nos puede hacer felices es una ilusión, lo mismo sucede con las cosas que tenemos. Ellas pueden brindarnos comodidades pero jamás la felicidad. Si no podemos disfrutar de lo que tenemos ahora, difícilmente alcanzaremos en el futuro la felicidad. No podemos ser felices si albergamos en nuestras vidas sentimientos negativos, ya que ellos la estancan llenándonos de amargura, marginando nuestra existencia y colocándonos en una posición en desventaja para nuestra propia superación. Un paso importante es valorar todo lo que tenemos, grande o pequeño y sobre todo sentirnos seguros y completos.

Resumiendo, el rostro de una esclava que dibuja una gran sonrisa que destila felicidad es la finalidad de lo que es (para nosotros) el BDSM…

Les dejo una anécdota…

En una ocasión conocí a una sumisa que siempre tenía Amo. Me imagino que todos conocemos a alguien así (a lo mejor tú misma). En el momento en que terminaba una relación, empezaba otra. Sin ánimo de crítica le pregunté por qué era así y ella me dijo que no le gustaba estar sola. Cuando la conocí, salía con un Amo estupendo, pero que no le daba el cariño que ella pretendía. Le consulté por qué lo soportaba. Con paciencia me explicó que no tenía alternativa; la única opción que le quedaba era estar sola y eso no lo podría aguantar de ninguna manera.

Al final, las cosas fueron a peor y él la abandonó. Ella, entonces, se preparó para pasar el momento malo que sabía se le venía encima. Yo la vi un mes más tarde y le pregunté qué tal le iba. Me dijo: “Bien, de momento. Pensé que me iba a romper en pedazos inmediatamente, pero por lo visto, lleva más tiempo de lo que esperaba”.

Creo que fue al cabo de seis meses cuando por fin cayó en cuenta de que no se iba a derrumbar de ninguna manera. Tres meses más tarde de aquello, conoció a un Dominante maravilloso que quería una relación seria con ella, pero ella se resistía. Se había dado cuenta de que sola también estaba muy bien.

El quid de la cuestión es que ella se empeñó en relaciones que no le aportaban nada positivo, sólo por el temor de quedarse sola. Pero cuando se dió cuenta de que estando sola también podía ser feliz, puso el listón mucho más alto y exigió mucho más. No necesitaba quedarse con lo primero que le llegara. Después de todo ¿qué es lo peor que podía ocurrir? Que se volviera a quedar sola, pero eso ya no era un problema en absoluto.

La moraleja de esta historia es que debes aprender a ser feliz contigo misma. De esta forma, no aguantarás una situación mala por temor a esa situación. Si algo no funciona, no funciona. Mucha gente es infeliz sólo por miedo a la soledad. Quienes se sienten seguros y controlan su vida aprenden a vivir y disfrutar solos y si deciden compartirla con alguien, es porque ese alguien merece de verdad la pena.

Una vez hayas entendido esto, sólo aceptarás vivir con alguien porque le amas y te hace feliz (hablo de amor de la sumisa por el Amo y viceversa). Estar solo es magnífico, pero estar con alguien a quien amas, es aún mejor. Si luego no funciona, debes dejarlo sin problema.

MUCHA GENTE ES INFELIZ
SÓLO POR MIEDO A LA SOLEDAD

(La primera parte, la historia de la anciana de 92 años, es bajada de internet no aparecía autor)