La primera igualdad es la equidad

"La primera igualdad es la equidad."

Victor Hugo

"Amo como ama el amor.

No conozco otra razón para amar que amarte.

¿Qué quieres que te diga además de que te amo,

si lo que quiero decirte es que te amo?"

Fernando Pessoa

En estos días rondan por mi cabecita trasto y traviesa el por qué muchas veces las personas no comprenden el concepto ‘somos iguales pero diferentes’. A veces creo que mi manera de expresarme es un tanto rara, diferente, elevada o quizás muy espesa para muchas de las personas que hablan mi mismo idioma y que por ende, en ocasiones es tan difícil hacerme entender. Creo que es lo mismo que le sucede a muchos en sus hogares, en sus trabajos, en sus comunidades, en sus países y hasta en el mismo planeta.

Si algo he aprendido estos últimos años de la mano de mi Señor es que somos iguales pero diferentes. Química y estructuralmente somos diferentes... actuamos, reaccionamos e interactuamos de forma distinta ya sea porque somos hombre/mujer, español/americana, adulto/joven… siempre seremos diferentes en todo… pero directamente proporcional en la igualdad.

Siempre abordaremos los problemas de manera diferente, interpretaremos nuestras vivencias y experiencias de manera distinta, nuestros pensamientos han de discrepar en algún momento pero lo que no podemos olvidar es que siempre seremos iguales. Por esa misma razón no debemos olvidar que ninguna relación es perfecta sino imperfectamente perfecta si se parte de un fundamento que es el respeto. Es entonces, en esos momentos donde tenemos esos enfrentamientos, esas diferencias,  cuando jamás debemos de olvidar que somos iguales. Y me refiero hoy a este tema no porque tenga en este momento alguna diferencia con ArkadiusN sino todo lo contrario, en estos días he visto en mi Señor ese lado tan oculto que lleva en sí mismo, ese lado que nos hace siempre iguales, ese lado que casi nunca deja ver porque culturalmente hablando los hombres no suelen expresar sus sentimientos, piensan que no deben demostrar que pueden sufrir o llorar. ¿Por qué siempre ridiculizamos, como cultura, socialmente al hombre que expresa sus sentimientos? ¿Por qué pensamos que son débiles de carácter si en alguna ocasión demuestran sensibilidad, empatía, sufrimiento o dolor? ¿Acaso el hecho de que sean de sexo masculino les exime de sentir y padecer, de sufrir y emocionarse ante los acontecimientos del día a día? La pregunta obligada es ¿acaso es menos Dominante un hombre que expresa Su sentir? ¿Acaso es más débil por ser un Dominante sensible? La verdad es que pocas veces he visto a Mi Señor como estos días, más bien diría que jamás lo había visto con esas expresiones en Su rostro… el sufrimiento, dolor, frustración pero sobre todo la angustia, y podía hasta sentir que estaba muy afligido. Iguales pero diferentes… Sí… UN HOMBRE Y DOMINANTE sufre, siente y padece, de la misma forma que ríe, disfruta y goza… me atrevería a jurar que sufre con más intensidad que el sexo femenino, por una sencillísima razón, ELLOS no creen correcto que deban expresar públicamente sus sentimientos. Aunque tengamos diferentes formas de pensar, sentir y actuar, estas diferencias no nos hacen ser superiores ni inferiores: somos distintos pero iguales.

Pienso que muchos Dominantes creen que nosotras las mujeres esclavas/sumisas somos muy críticas con ellos. Para lograr que en un principio ArkadiusN abriera Sus sentimientos y Su intimidad a mí me tomó mucho tiempo (creo igual sucedió de mi parte) pero sí tenía muy claro que si deseaba que me hablara de Sus sentimientos yo tenía que ser tal cual era (sin antifaces ni máscaras) y no caer en acciones que le hicieran sentir rechazo ni que era juzgado, pero sobre todo debía hacerle sentir tal confianza en mí que me abriera Su intimidad total. Tampoco debía de juzgar, así dió ese paso que le permitió decir todo lo que había en Su mente, en Su corazón y en Sus sentimientos (además, ¿quién demonios soy yo para juzgar a nadie, verdad?) Esto no significaba que no tuviese una opinión o que no pudiera ofrecérsela si hubiese sido necesario. Él debía sentir que YO le aceptaba tal cual es ÉL, por QUIEN es y no lo que es y eso requirió de mucho tiempo, de mucha paciencia y de mucho compartir. Y por último y no menos importante, sabía que al igual que yo, tendría diferentes reacciones en diferentes momentos de Su vida. No debía de sentir miedo de permitirle que me mostrara todas y cada una de Sus fases porque al igual que yo soy Luna con mil fases, Mi Señor y todo Hombre también tiene distintas fases que lo componen a sí mismo. Si Él podía dejar de lado sus expectativas y realmente trataba de averiguar quién era yo, y yo podía percibirlo inmediatamente, sintiéndome muy a gusto y disfrutando mientras hablaba con Él, ¿por qué no podría hacer yo lo mismo?

Muchos Dominantes quizás hasta puedan preocuparse alguna vez de que si se abren a nosotras podamos reírnos de ellos, los rechacemos y hasta los humillemos si exteriorizan sus sentimientos (quizás está muy mal visto ante otros Dominantes o ante las mismas sumisas que sean expresivos en sus sentimientos no se yo). No debemos olvidar que el Dominante jamás deja de ser Hombre y que en su ego de hombre y su sentimiento de identidad suelen ser más frágiles que los de nosotras (es una opinión muy mía y que no necesariamente es la pauta a seguir de los que practican el BDSM o solo son tradicionales, no se debe olvidar que hablo bajo el manto de mis vivencias y experiencias y que estos puntos siempre pueden ser respetuosamente debatidos). En resumen, Dominante y Hombre es igual que una esclava y mujer, ambos sentimos, sufrimos, nos alegramos y hasta lloramos como iguales porque en definitiva somos seres humanos que sentimos y padecemos sin que eso nos haga de menos ante los ojos de los demás ni los nuestros propios... simplemente distintos pero siempre iguales... 

ArkadiusN te amo como jamás he amado a nadie, te adoro como mi TODOPODEROSO, y gracias por ser no solo mi pareja, no solo mi Señor, Amo y Dominante, sino porque eres simplemente mi razón para existir, mi principio y mi final; mi primer, único y último amor... y sobre todas las cosas por ser MI HOMBRE, así en letras mayúsculas, porque como bien he expresado anteriormente, NADIE podría calzar Tus zapatos mi Amo… Gracias por Tu sensibilidad, Tu humildad y Tu amor desmedido e incondicional, a la mujer que soy, porque en definitiva sino existiera la mujer la esclava tampoco existiría…