"El día que no rías, es un día perdido"
Chaplin
"La felicidad no es un destino,
es la actitud con la que se viaja por la vida."
Muriel
Hace unos años comencé a tener una esclava, era la primera vez, anteriormente había habido sumisas y siempre había oído decir que una esclava era muy diferente, que la necesidad de atención y exigencia era mucho mayor. Lo cierto es que cuando conocí a Níobe y ella me confesó que era esclava en ningún momento me planteé las diferencias que habría entre tener una sumisa y una esclava, de forma inocente o quizá inconsciente supuse que no serían tantas y sería más o menos parecido.
Ella me advirtió que todos los Amos pueden tener una sumisa pero no todos una esclava, era un reto y como tal lo acepté y asumí. La verdad es que ella es maravillosa y durante todo este tiempo me ha ayudado a superarlo y llevarlo bien hasta conseguir que el crecimiento tanto de la relación como de nosotros mismos nos haya llevado hasta donde estamos ahora.
Lo que voy a expresar a continuación es mi opinión personal, evidentemente no pretendo sentar cátedra ni mucho menos creo que esté en posesión de toda la verdad, sólo expreso mis sentimientos. Cuando tenía una sumisa y nos veíamos de vez en cuando, toda la relación giraba en torno a esos momentos en los que estábamos juntos, en los que desarrollábamos nuestras sesiones, eran los instantes en los que vivíamos con intensidad el Bdsm y el resto del tiempo manteníamos un contacto para fortalecer lazos y preparatorios para vivir la siguiente sesión. El principal motivo y justificación de la relación eran las sesiones y eran en esos instantes cuando la entrega se hacía patente, el resto del tiempo existía sumisión y compromiso pero durante el tiempo que estábamos conectados, el resto del tiempo éramos por así decirlo independientes.
Con una esclava es algo totalmente distinto, se necesita un contacto permanente 24/7, la esclava necesita sentir la presencia de su Amo en todo momento, saber que él está pendiente y preocupado por ella, que la cuida y sabe atender sus necesidades para cumplimentar su sentimiento esclavo, su entrega total y absoluta. A diferencia de una sumisa, si el Amo no le presta atención nunca le va a criticar o se va a quejar, al contrario, siempre va a sentir que si no llega a llamar la atención del Amo es debido a su propia culpa, porque no le satisface lo suficiente o no cumple con todas las expectativas que tiene y la hace sentirse mal. Nunca tienen un pensamiento negativo respecto a su Dueño, él siempre es perfecto y lo hace todo bien, es ella la que no actúa debidamente.
Lo más difícil como Amo de una esclava es valorar y descubrir esas necesidades y esos sentimientos, el hacerla ver que ella no tiene la culpa y que si se siente abandonada, descuidada, que pierde la ilusión y llega a entristecerse, hay que saber que en esas circunstancias en su mente está dándole vueltas a las razones o motivos que le ha dado a su Amo para que la trate así y hay que actuar en consecuencia trabajando esos pensamientos y sentimientos para hacerla entender la verdadera razón, que en la mayoría de veces son circunstancias ajenas a ella y hacérselo comprender.
En esta relación, el nexo principal no son las sesiones, esos son momentos de refuerzo o disfrute, la verdadera unión es sentirse juntos durante todo el tiempo, bien con tareas o actitudes que debe presentar la esclava por orden de su Amo, bien en su presencia. El contacto debe ser permanente, lo mismo que la comunicación y tiene que ser necesario para ambas partes y da igual que sea un 24/7 presencial o mantener la relación a distancia, no importa una sesión lo que la esclava debe sentir es que siempre tiene un Amo que le cuida y está pendiente de ella en todo momento.
Es una tarea difícil y complicada, se necesita disponibilidad, entrega, paciencia, compromiso y muchas más cosas por ambas partes, pero el resultado merece la pena el ver como van encajando todas las piezas y al final se llega a una unión completa, en la que casi no son necesarias las palabras ni tan siquiera gestos, a veces es como si nos leyésemos la mente y ambos sabemos en todo momento lo que desea o tiene que hacer el otro.
Otro cambio que he experimentado es que una vez que tienes una esclava, ya no podrías tener una sumisa porque la forma de tratarla y adiestrarla es totalmente distinto y al contrario del primer comentario que puse en esta entrada, no sé si hay Amos que no podrían tener una esclava pero de lo que sí estoy seguro es que un Amo que ha tenido o mejor aun, tiene una esclava no podría tener una sumisa.
"No temo mirar de frente al dolor
¿Por qué he de preocuparme?
No es asunto mío pensar en mí.
Asunto mío es pensar en Dios.
Es cosa de Dios pensar en mí."
- Simone Weil


2 comentarios:
Que hermoso post. Me gusto mucho y habla mucho y bien de Ud y por supuesto de su esclava. Una visión sencilla, clara y completa del punto de vista de un Amo que posee una esclava. Deberían leerlo los Amos y de igual modo l@s esclav@s creo que ayuda mucho tener la visión de quien esta del otro lado.
Mis respetos y un saludo afectuoso
Muchas gracias por tus palabras lilaNegra{AMANDA} y encantado de que participes en nuestro blog. Al principio de la relación me costó asimilar las necesidades de Niobe, tuve que aprender y siendo sincero, ella me ayudó a asumir una serie de tareas que hasta entonces no había realizado. Una de las cosas que más me costó fue acceder a toda su intimidad, admitir su vida entera que depositó a mis pies. No puedo decir que fuese duro porque siempre ha sido un placer pero si requirió su esfuerzo pero el resultado final ha merecido muchísimo la pena.
Un saludo afectuoso para ti también y mis respetos para tu Dueña.
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