Inquietudes

“El placer es el bien primero. 

Es el comienzo de toda preferencia 

y toda aversión. 

Es la ausencia del dolor en el cuerpo 

y la inquietud en el alma.”

Epicuro de Samos

En estos días me he sentido algo extraña y rara. No me refiero a lo físico, eso siempre tendrá remedio, sino al alma y el sentir que llevamos en lo más profundo de nuestro ser.

A veces pienso y siento demasiado, se me acusa de darle muchas vueltas a todo, parecería que busco siempre la situación justa para comenzar cualquier situación exasperante, desagradable y extrema; y es por eso que en estos días llevo autoimpuesto un voto de silencio...

No sé si hago bien en expresarlo por aquí pero la realidad es que también además de esclava soy un ser humano que siente y padece, y que no se puede separar por más que se desee a la esclava del ser humano porque sin este ninguna de mis lunas podría existir, ni siquiera la esclava. Pero como siempre digo, se dice fácil en teoría pero la práctica dista mucho de ella.

¿Sabe alguien si existe un paso más allá que la esclavitud? ¿Es correcto sentir que la esclavitud misma se nos queda corta y que necesitamos algo más allá que lo se supone es la cúspide del todo? 

Yo siento que la esclavitud se me está quedando corta, porque ya no puedo entregar más de lo que he entregado y la necesidad imperiosa de servir y entregar se me están quedando con la sensación de que es poco, que me quedo a medias,  insatisfecha, anhelante y con gran vacío gélido e impasible que se apodera de mi esencia; por sentir que no tengo nada más que ofrecer y entregar y no es que lo haya experimentado todo, porque el sado extremo no me llama la atención y mucho menos me entusiasma en nada, respeto a quien lo practica pero no es mi estilo de vivir el BDSM. Es que ni siquiera eso podría llenar esta sensación de estar hueca y vacía, con el sentimiento de impotencia que me hace sentir un mar de sensaciones que difícilmente pueda expresar.

Quizás es solo mi percepción pero resulta ser muy frustrante porque no es suficiente sentir que dejo el yo para ser de Mi Amo, que delante de mis ojos no veo algo más que pueda entregar, porque sencillamente no existe nada más, porque ya lo he entregado todo y entonces, me siento infeliz porque mi sentimiento esclavo necesita sentirse satisfecho y complacido, necesita sentirse como el ser holístico que soy, complementada consigo misma para poder entregar con devoción, adoración, amor y felicidad lo que por gracia recibo a diario de Mi Señor.

En realidad no conozco si alguien ha experimentado esta sensación que describo, quizás estoy pasando por un momento de lejanía, distanciamiento, apatía y desapego, porque estamos en estos momentos separados por cuestión de que estoy de visita en mi país por la cercanía de las fechas festivas de navidad y Él aun no me alcanza aquí y quizás la espera me desespera. Pero esto es lo que hoy por hoy siento y si alguien me lee y puede darme un poco de su sabiduría para mejorar en algo ese sentimiento de impotencia y frustración será bien recibido, porque en todo el tiempo que llevo viviendo el BDSM por más de una década, jamás había experimentado esto y no he conocido a nadie que lo haya sentido, vivido y expresado.

Solo espero que esta nueva sensación sea pasajera, que sea simplemente que extraño a Mi Señor y porque no existe nada más que se pueda entregar cuando ya se ha entregado todo, ni un paso más allá de la esclavitud  en el sendero del BDSM más que el día a día donde diariamente se me deja la jaula abierta para que libre y voluntariamente regrese a ella en busca de estar humilde y dulcemente encadenada a ArkadiusN.

“Una cosa sobre todo 

hace sugestivo el pensamiento humano: 

la inquietud.” 

Anatole France